En la permanente del museo de etnologia hay una caracola, en Benissoda un pequeño museo que estamos remodelando tienen dos caracolas, todas con una perforacion para hacerlas sonar. Hace unos dias encontre casualmente una antigua foto en la que se ve un joven haciendo sonar la caracola.
Preguntando resulta que es un objeto comun que estaba en muchas casas, especialmente en aquellas que estaban aisladas en el campo y poco mas, nadie parece recordar los usos, los mensages que se transmitian, el codigo de sonidos que todos debian de conocer para que fuese eficaz la comunicacion.
La oscuridad del olvido envuelve a la caracola.
Los conservadores del museo han mostrado la misma sorpresa que yo ¿porque no hay informacion recogida y conocida sobre sus usos y codigos?
La reacciones previsibles de un sujeto actual frente a la caracola son
1.- ver un elemento decorativo curioso , no manufacturado, fruto de la naturaleza
2.- si la pueden coger se la llevan a la oreja para oir "el sonido del mar"
3.- los mas curiosos, al ver el agujero y que puede sonar piensan es un instrumento musical
Hipotesis:
El codigo de la caracola arranca mucho antes que el de la escritura, se uso ya en la prehistoria y hay testimonio de su uso en culturas muy dispares, toda la informacion que transmitieron, los codigos en que fueron transmitidos han acabado en el olvido.
El mismo destino le espera a la ingente informacion inmaterial que hoy movemos en los medios digitales.
Me gusta que asi sea, por un motivo basicamente ideologico, me place construir presente y me dan un poco de susto y miedo aquellos que pretenden que su mensaje se eternice.
Qué maravilla, Andrés. Estoy de acuerdo: el pasado nos provoca una atracción totémica, y encuentro justificado e interesante el esfuerzo por comprenderlo. Pero hay que evitar caer en un agujero negro que nos aleje del presente y de sus proyectos de futuro compartido. Por cierto, me parece asombrosa la expresividad de estos dibujos y su aparente sencillez. Un abrazo.
ResponderEliminarAndrés, Al barranc de Benacancil, Partida de Boquella, terme d'Énguera. Em contava una dona que s'havia criat a les Cases de Lloret, que tenien un caragol, el feien sonar per tal d'avisar als habitants de les cases veïnes quan anàven a pelar panís (dacsa), aixina s'ajuntaven i feien la feina (i ball) entre tots, en acabar passaven el caragol a la següent casa que tinguera el panís per replegar.
ResponderEliminarImagine que l'utilitzarien per a més coses, però la dona no em va comentar més.