Años 60 del siglo pasado, mi familia vivia en una pequeño grupo de casas perdidas en el campo, dos casas para ser precisos, en la casa de nuestros vecinos vino a vivir una anciana, ellos tenian radio y sentaron a la señora junto al aparato, a la hora de comer se reunieron todos entorno a la mesa, la anciana alzo la voz y pregunto: ¿como vamos a comer sin invitar a la mesa a esos señores pequeñitos que estan dentro de la caja y que tanto me han acompañado durante toda la mañana?
Los grandes secretos personales no suelen ser: ni asesinatos, ni robos o grandes traiciones, mas bien se refieren a situaciones en las que hicimos el ridiculo de forma notable y publica y de las que solo fuimos conscientes a destiempo.
Frente a las novedades de la tecno-ciencia somos unos ignorantes y tenemos altas posibilidades de hacer el ridiculo, esto explica que la mayoria los ignore y los critique, yo sinceramente prefiero hacer el ridiculo y no atrincherarme en la seguridad que ofrece la actitud arrogante y elegante de la ignorancia generacional compartda.
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