Y llegaron a las aulas las calculadoras, y esto supuso un gran conflicto, del mismo modo que los maestros tienden a confundir la caligrafia y la ortografia con la sabiduria , tambien confunden, los mantras de la tabla de multiplicar, con saber resolver un problema.
Es bueno tener una bella caligrafia, es bueno saber ortografia, es bueno saberse los mantras de la tabla de multiplicar, pero todo ello solo son herramientas, la verdadera inteligencia primero identifica el problema, luego plantea posibles soluciones y entonces busca las herramientas necesarias, en ese orden.
Si una maquina es capaz de sustituir a un maestro es que ese maestro merece ser sustituido.
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